Siguiendo nuestros estatutos y las constituciones de la Orden, junto a la Comunidad de Padres Mercedarios, en este día aplicamos la santa misa y sufragios por los difuntos religiosos, religiosas, seglares, parientes, bienhechores y cautivos que no tienen quién rece por ellos.
La caridad, que permanece siempre, ha de unirnos aún después de la muerte. Juntos en oración, os esperamos en este significativo culto para todos nosotros.