En primer lugar, a todos nuestros hermanos y hermanas, que tanto con su participación en el cortejo como con sus desinteresadas aportaciones hicieron posible el acto.
A la Banda de Música Juvenil de la Cruz Roja de Sevilla por solemnizar tan brillantemente el acto con los sones de sus marchas procesionales. La formación pasa a formar parte de nuestra historia reciente en el convento de San Gregorio.
A las hermandades de la Nuestra Señora de Valme Coronada, Mercedes Coronada de Puerta Real, Santa Lucía, Los Gitanos, La Cena, La Lanzada, Columna de Bollullos Par del Condado y Santo Entierro, por contribuir con el gentil préstamo de diversos enseres. A nuestras Madres Mercedarias del convento de la Asunción, que con la cesión de las varas de la antigua Esclavitud de Seglares de Nuestra Señora de la Merced nos hizo recuperar parte de nuestra historia patrimonial.
Al cuerpo de acólitos de Valencina de la Concepción por su magnífico trabajo. A D. José Luis Borrego Ortiz, por la desinteresada implicación con nosotros más allá de su labor de capataz de la Santísima Virgen.
A todos y cada uno de los numerosos devotos de Nuestra Madre de la Merced que nos acompañaron en tan hermosa noche. A todos, gracias, nuestras oraciones al Señor y a nuestra Madre redentora de cautivos.