Ir al contenido principal

Festividad de Todos los Santos de la Orden de la Merced

Noviembre tiene evocaciones de santos; la santidad es el adorno de tu casa, reza el salmo 92. La Iglesia que es la casa de Dios, es la Merced como familia religiosa adornada por multitud de hermanos y hermanas que a lo largo de nuestra historia han vivido la identificación con Cristo Redentor y la espiritualidad mariana en amor y devoción a la Redentora de Cautivos, nuestra Madre de la Merced, descubriendo en los pobres cautivos la fuente más genuina de la entrega de la propia vida, tal como Cristo la dio por la humanidad.

Hoy, 6 de noviembre, nuestra Comunidad celebra la fiesta de Todos los Santos de la Orden de la Merced llenando de alegría toda la Iglesia, porque han vivido en la fe bautismal, y han hecho florecer las virtudes, los dones recibidos y acrecentados con la consagración religiosa hasta llegar a configurarse con Cristo. Si como hablábamos, la santidad es el adorno de tu casa, la Merced siente que la expresión más hermosa de su vida son los religiosos, religiosas y laicos que inculcados por el carisma redentor, descubriendo en los pobres cautivos la fuente más genuina de la entrega de la propia vida, tal como Cristo la dio por la humanidad; manifestándose fieles a su vocación mercedaria.

Hoy como ayer la santidad es el camino y la meta, acompañados de los santos que nos han precedido.