Maritirio de san Pedro Armengol (S. XVI – XVII). Vicente Carducho. Museo del Prado. |
San Pedro Armengol, religioso y mártir, cursó una juventud marcada por la rebeldía y violencia, que le valió la condena por parte de las fuerzas del rey Jaime I. Tras implorar perdón y por mediación de su noble padre, es indultado e ingresa en nuestra Orden de la Merced.
Se distinguió por su férreo espíritu de penitencia y valor redentor. Tanto fue así, que, tras una célebre misión redentora, y antes de partir, fue al rescate de 20 jóvenes en peligro ofreciéndose como rehén a modo de pago. Al no llegar a tiempo el dinero del correspondiente rescate, fue torturado y llevado a la horca, librándose de la muerte por la intercesión de la Santísima Virgen que lo sostuvo en sus brazos. Quedó como muestra de aquel milagro, la señal de la soga en su cuello.
La Orden de la Merced recuerda hoy la figura de Pedro Armengol, quién se dejó llevar por el proyecto de Jesús, haciendo realidad que no hay mayor amor que dar la vida por los demás. Por el milagroso rescate narrado, se le considera protector de los jóvenes en peligro.